Tenemos hasta 2,6 millones de glándulas sudoríparas en el cuerpo que realizan una función esencial: refrescar y dispersar el calor generado por la actividad física. Sin embargo, en ese ambiente proliferan las bacterias que provocan mal olor. Hemos encontrado una solución innovadora y sostenible en el café.

El tratamiento SCAFÉ está basado en las propiedades antibacteriales del café. Los granos tienen numerosos poros microscópicos que crean una protección natural, duradera y libre de químicos, y que absorben los olores que tu cuerpo produce durante todo el día.

Gracias a Scafé, el sudor va de la piel al exterior del tejido, donde se expande y se seca rápidamente. Como los granos están incrustados dentro del hilo, sus propiedades resisten el lavado de las prendas y garantizan su función de por vida.