Jokin Lizeaga tuvo que demostrar todo su poderío en las distancias de media maratón para superar a otro friend de Ternua, a Aritz Egea. Lejos del fragor de la competición y del esfuerzo, hemos querido acercarnos a la figura de Jokin Lizeaga y conocer, de primera mano, su lado más humano. Antes sin embargo sepamos cuales fueron sus sensaciones en Urnieta.
En tu opinión, ¿qué caracterizó la carrera de Urnieta? ¿Qué fue lo más duro?
No tengo la sensación de haber pasado por momentos duros. Fue un placer correr con buenas sensaciones delante de cientos de amigos y conocidos; fueron dos horas de vivencias que merecieron mucho la pena, principalmente por encontrarme con amigos que me animaron mucho, con un pueblo entero ansioso de verte ganar y el poder conseguirlo ante corredores de altísimo nivel.
¿Con qué momento de la carrera te quedarías?
Tengo dos momentos de la carrera que me han marcado. El primero y más difícil, el saber estar tranquilo en los momentos previos a la carrera, tener la sangre fría suficiente para ser capaz de correr a mi ritmo, incluso a pesar los ánimos y el ritmo de otros corredores. Fui capaz de ir guardando fuerzas durante parte de la carrera y, siguiendo mi estrategia, cambiar el ritmo en el momento justo para marcharme hasta la meta. El otro momento es fácil de adivinar, el momento en el que soy consciente de ganar lo que me dio la posibilidad de disfrutar hasta cruzar la línea de meta. Un momento muy gratificante ante tu pueblo, amigos y familia que hace olvidar todo el esfuerzo realizado.
Hablamos de esas motivaciones que te llevan a superar el esfuerzo de ser un trail runner, ¿cuáles son las tuyas?
El esfuerzo y la montaña son parte de mi vida. Poder combinarlos en la misma modalidad ha sido un descubrimiento.
Si no te dedicases al trail running, harías…
Realizaría cualquier otra actividad en el medio natural, desde el submarinismo hasta la actividad ecuestre.
Antes de empezar una carrera, piensas en…
En dar todo de mi, sea cual sea el resultado.
Tu mejor recuerdo.
Zegama 2012
No podrías vivir sin…
Amigos y familia.
Si tuvieses que elegir un lugar, sería…
Euskal Herria, lo tiene todo. Mar, montaña y una cultura por la que luchar.
Te sientes orgulloso de…
Haber conseguido todo lo deseado. Esto es, tener una buena familia, tener amigos de los de verdad, disfrutar del caserío rehabilitado con mi propio esfuerzo y tener un trabajo del cual disfruto tratando de educar a los jóvenes en valores.
Tu fuente de inspiración es…
Mis objetivos. Lucho por conseguirlos día a día.
Cuando te sientes superado, no te falla…
El tratar de descansar, y después reflexionar. Valorando siempre las cosas positivas y tratando de buscarles una solución.
Una anécdota divertida.
Según compañeros de selección, las entrevistas realizadas en diferentes idiomas extranjeros.
Tu propia meta es…
Seguir esforzándome por aquellas cosas que me gustan para conseguir mis objetivos y satisfacciones.