Las Lofoten son unas islas, un archipiélago, muy al norte de Noruega entre los paralelos 67º y  68ºN que las colocan arriba del Círculo Polar Ártico. Unas islas vírgenes en las que encontramos naturaleza salvaje con majestuosas montañas y fiordos y también pequeños pueblos pesqueros. Allí nos lleva Juan Manuel Sotillos.

Un artículo escrito por Juan Manuel Sotillos

Dicen que esta cadena de islas con una superficie de 1.227 km2, se parece al pie de un lince, y de ahí su nombre. “Lo” significa lince y “foten” pie. Con una población de unos 25.000 habitantes, las islas Lofoten se presentan muy propicias para la actividad deportiva de montaña, estupendas para hacer raquetas, para realizar esquí de montaña…, además de otros deportes como golf, pesca, etc., en definitiva un paraíso para visitar en cualquier época del año, siendo en invierno un paisaje en blanco y negro, sólo roto por sus casitas de colores y en verano muy verde y colorista con esas casas en algunos lugares impregnadas de llamativos tonos. Nosotros estuvimos en Semana Santa, una época muy bonita para ir, aunque eso sí, frío, hielo y nieve, y como contrapartida alguna aurora boreal, si se deja ver… Nosotros tuvimos suerte, ¡el primer día la vimos!

Uno de los aeropuertos de entrada a aquella zona Ártica es el de Narvik-Harstad-Evenes, previa escala en Oslo. Nada más salir del avión el frío helador se adueñó de nuestros cuerpos. Pero nada que no se pueda solventar con un buen plumas, ropa y calzado adecuados.Yo, equipado con Ternua de arriba abajo, no tuve ningún problema. La primera noche, ansiosos de quere ver ya alguna aurora boreal, salimos e n su búsqueda después de cenar. Tuvimos suerte y la pudimos ver. Espectacular y emocionante a la vez.

 

Islas Lofoten

La cercana Suecia

Una jornada muy intensa nos esperaba al día siguiente. Primero la visita al espectacular Parque Nacional de Abisko. Llegamos por una gélida, y por tramos nevada y a veces helada carretera en la cercana Suecia (en realidad ésta iba a ser la tónica general en todo el viaje por carretera recorriendo las islas). El paisaje, nublado ese día, era en un blanco y negro cuasi perfecto, tan solo roto a veces por una casita roja o azul a la orilla del mar o de algún helado lago por donde iba discurriendo la carretera hasta completar los poco más de cien kilómetros desde Evenes hasta Kiruna donde se encuentra al PN. Hacía frío. Había que moverse y qué mejor que soltar piernas con una magnífica excursión en raquetas por los bosques del PN de Abisko. Este parque es uno de los más importantes de Suecia y el primero en declararse como tal en 1909 lo habitan una fauna tan característica de la zona como los linces boreales, renos, alces… No vimos ninguno…

Tras la experiencia con raquetas vino la segunda parte de la jornada con un bonito recorrido en trineo tirado por perros por un bosque rodeado de montañas de más de dos mil metros, en la zona de Lapporten que en sueco quiere decir “la puerta de entrada a Laponia”. Fría experiencia, pero emocionante… El regreso a Narvik fue un espectáculo de paisajes con playas llenas de nieve y ese insistente paisaje en blanco y negro que ofrecen las montañas, pasando por uno de esos increíbles puentes a las islas Vesteralen, conocida turísticamente como “el reino de las ballenas”.

Los samis

También llamados lapones, tuvimos ocasión de visitar una granja de renos camino de Sortland donde sus cuidadores, los samis, nos enseñaron sus costumbres milenarias, tomando su exquisita sopa que nos hizo entrar en calor en la cabaña sami que nos albergaba. Parece que en Noruega hay unos 50.000 samis, si bien no hay un censo oficial que lo corrobore.

Merece la pena cogerse algún ferry, por ejemplo los conocidos Hurtingruten. Nosotros pasamos desde Stokmarknes en las islas Vesteralen a Svolvaer en las islas Lofoten. Impresionante travesía marítima. Aunque haga frío o incluso nieve, se recomienda hacer la travesía en cubierta, bien abrigados eso sí. La espectacularidad del paisaje compensa pasar algo de frío. Impresionantes montañas que surgen verticales desde el mar hacia el cielo serán las compañeras de viaje en este ferry. La jornada la terminamos visitando el increíble Polar Light Center en Straumnes

National Tourist Routes

Svolvaer, capital de las islas, es un espectacular pueblo pesquero dominado por el monte Svolvaergeita (Cabra de Svolvaer), muy atractivo para escaladores. El recorrido en furgo por estas maravillosas islas te lleva a conocer parajes insospechados que, evidentemente ahí están. Dieciocho carreteras descubren los paisajes más espectaculares y bellos de Noruega. En Lofoten cogimos una de estas carreteras. Paradas obligadas para ver las playas de agua cristalina, en esta caso playas nevadas…, como la de Ramberg. Otras carreteras también ofrecen paisajes que obligan a parar para ver iglesias como la de Kabelvag, el pueblo pesquero más importante de Lofoten. Imprescindible la visita a Reine, para muchos, el pueblo más bonito, no sólo de Lofoten, sino de toda Noruega. No en vano es considerado como la perla de Noruega, un pueblo prácticamente sin verse alterado su paisaje desde que se creó en 1743.

Otras paradas serán para ver el museo Vikingo Lofotr de Borg, playas como la de Utaklein, Skagsanden, o aquella donde se practica el surf de Flakstad, zonas típicas de pescadores como en el extremo de Lofoten, el pueblo llamado À, un sitio emblemático allá donde los haya…

Pasaremos por el túnel de Sloverfjordtunnelen que tiene la particularidad de ser submarino. Tras recorrer 3.340 metros por debajo del mar, el punto más profundo nos lleva ahas los 112 metros bajo el nivel del mar. Una obra de ingeniería más que espectacular. Después nos detendremos unas horas en las cercanías de Fredvang para hacer un trekking por Kvalvika, llamada también la “playa de las ballenas” del que dicen se trata de “uno de los lugares más impresionantes de las islas Lofoten, donde la belleza paisajística y el aislamiento que transmite es un regalo para nuestros sentidos. Una playa de arena blanca y los acantilados de granito negro que se sumergen en un mar color esmeralda…”. Visitar también el pueblo pesquero de Nussfjord que tiene uno de los más antiguos y bien cuidado puerto pesquero. Henningsvaer llamada la “Venecia del Norte”, pueblo motivo de muchas postales, rodeado de montañas.

Una buena opción es tirar de nuevo de raquetas para adentrarse en el Parque Nacional de Moysalen y recorrer sus bosques y lagos en medio de un paisaje verdaderamente en blanco y negro donde las montañas dominan el horizonte. Lofoten es para quien quiera ver un paisaje ártico y disfrutar de su maravillosa orografía. Recomendable absolutamente.

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