El macizo de Peñalara es el más alto de la Sierra de Guadarrama y conserva además los mejores restos y huellas glaciares de toda la Sierra. Sus especiales condiciones de humedad y temperatura, lo convierten en hogar de una curiosa fauna y una gran diversidad de vegetación. Este patrimonio natural fue convertido, junto con su entorno, en Parque Nacional desde el año 2013 y hoy en día es uno de los parque más visitados de España por su proximidad a la capital.

Un artículo de Sebastian Alvaro, periodista, escritor, aventurero y friend de Ternua.

Peñalara, la cumbre más alta de Guadarrama

Hoy me gustaría recomendar este itinerario, que en realidad más que un camino de senderismo es una ascensión a Peñalara, una de las montañas más frecuentadas por los habituales de la Sierra de Guadarrama. Hay que tener en cuenta que cuando se entra en un espacio con la máxima figura de protección ambiental hay que respetar las normas que rigen estos lugares naturales de especial interés. Sin duda una de las joyas del Parque es su montaña más alta, el Peñalara (2429 metros), en la que hay numerosos itinerarios para recorrerla, visitando sus maravillas naturales, como sus lagunas, cresteríos y corredores.

No está de más recordar que cuando nos adentramos en esos espacios con enormes valores naturales y paisajísticos, debemos ser cuidadosos para protegerlos debido a su fragilidad. Y también darlos a conocer y respetar. Sin conocerlos no se puede amarlos, y cuando se aman las cosas, los lugares y las personas, las conservamos y las respetamos. En estas zonas está prohibido acampar o hacer fuego y se debe ser especialmente riguroso con no dejar residuo. Quizás el itinerario más completo, también más largo, sea el que une la Granja con el Puerto de Cotos, porque nos permite recorrer las vertientes norte y sur de la montaña, al tiempo que contemplar las espectaculares lagunas de Peñalara, donde está prohibido el baño.

Peñalara

Me he decidido a recomendar esta hermosa caminata porque se puede realizar en una mañana y estar de vuelta a Madrid si hemos quedado a comer con la familia o con unos amigos; (siempre que no sea domingo o día de fiesta en los que la carretera puede estar atascada). De esta forma tenemos una alternativa sencilla, pero de envergadura, para adentrarnos en unas pocas horas en un terreno que, en invierno, bien puede considerarse de alta montaña por la severidad de las condiciones que imperan en una cumbre que casi alcanza los 2500 metros de altitud.

Llegado a este punto conviene recordar que las condiciones de la montaña con mal tiempo, especialmente en temporada invernal, pueden llegar a ser muy duras, de lo cual debe ser consciente todo aquel senderista y montañero que se adentre en la montaña. Informarse de las condiciones del terreno, llevar el equipo adecuado a esas condiciones, incluidos crampones y piolet si fuesen necesarios, informarse de las previsiones meteorológicas y extremar la prudencia, son exigencias que siempre nos deben acompañar. En esta y en cualquier otra ruta que hagamos. En caso de extravío o dudas, es preferible volver sobre nuestros pasos y perder altura antes de que el tiempo empeore, para llegar a lugares donde las condiciones sean mejores.

La caminata comienza en el aparcamiento del puerto de Cotos, o Puerto del Paular, enfrente del bien conocido caserón Venta Marcelino, un bar donde se puede tomar un café antes de la ascensión o un caldo caliente en invierno al término de la misma. Desde este lugar nos dirigimos a la puerta de visitantes, aunque un poco antes ya sale un sendero bien marcado,  que comienza por una escalera de madera y se adentra en un bosque de pinos donde se gana altura ascendiendo en diagonal, pero de forma constante, mientras nos dirigimos al collado de Peña Citores. Este camino es conocido como el del Batallón Alpino, pues era el utilizado por esta unidad militar republicana para abastecer el puesto avanzado en aquel lugar.

Mientras ascendemos por la zona meridional de la montaña a nuestra espalda comenzará a mostrarse el soberbio paisaje de la Cuerda Larga con las dos cumbres de Cabezas de Hierro, mayor y menor, y las antenas que se levantan en el Alto de Guarramillas, conocida también como la Bola del Mundo. Es la línea de cumbres más altas de Guadarrama si excluimos a Peñalara. Hasta el collado de Peña Citores, dependiendo de nuestro ritmo y las condiciones (en invierno con nieve debe ampliarse ese horario, por razones obvias) se puede invertir, más o menos, una hora. En este punto conviene hacer una parada obligatoria. Aquí aún son visibles los restos de las trincheras del ejército republicano durante la guerra civil española. Si se tiene tiempo se puede subir a Peña Citores, recorriendo los restos de aquellas trincheras, mientras se observa con nitidez la catedral y los edificios de Segovia, que parecen muy cercanos. Esa posición privilegiada sobre todo lo que la rodea, explica la importancia estratégica que tuvo este lugar.

Sebastian Alvaro Peñalara

Desde aquí hay que cambiar de dirección para poner rumbo a la cumbre de Peñalara, ya muy visible y cuyo itinerario se ve muy fácil y cómodo. Primero en dirección hacia Dos Hermanas, que se bordean y dónde nos unimos a la ruta normal por la que luego descenderemos, y de allí a la cumbre. En total a un ritmo considerado normal, se pueden salvar los 600 metros de desnivel en una hora y media. La bajada de vuelta a Cotos se realiza por el camino más frecuentado, para convertir la ruta en una circular muy clásica, y se puede descender a Venta Marcelino en poco más de una hora.

¡Puedes seguir otras rutas como esta en nuestro canal oficial de Wikiloc!