Tras las huellas del glaciar de Aralar con Eñaut Izagirre
Aralar ha sido siempre un símbolo de referencia de la montaña en el País Vasco. En esta ruta de montaña conoceremos, de la mano de nuestro friend y Glaciólogo Eñaut Izagirre, el macizo calcáreo de Aralar desde una perspectiva diferente a través de la cual observaremos la riqueza geológica con la que cuenta el País Vasco.
Las rocas calizas formadas en el fondo del mar caracterizan este increíble cordal montañoso que, además, fue refugio de un antiguo glaciar en el valle de Arritzaga, el único valle de morfología glaciar en toda la Comunidad Autónoma Vasca. Esta ruta quiere recrear los pasos de aquel glaciar, ascendiendo primero a las altivas Malloak para después descender a lo largo del valle de Arritzaga.
ENTRADA AL VALLE DE ARRITZAGA
La ruta comienza ascendiendo por los senderos PR-Gi 2008 (Travesía de las Malloas) y GR 20 (Vuelta a Aralar), para después continuar hacia el sur por las laderas que se introducen al valle de Arritzaga. Antes de llegar a Ormatza, hay que desviarse hacia la izquierda ascendiendo por la vaguada para retomar nuevamente el sendero balizado que sube hasta la cumbre del monte Artubi (1.262 m).
Con el cordal de las Malloak extendiéndose hacia el sur y su característico monte Balerdi o Mallozarra al este, se continua por la PR-Gi 2008 para encadenar las cumbres de Uakorri (1.306 m), Beoin (1.359 m) y Aldaon (1.411 m). Con la cumbre de Irumugarrieta o Intzako dorrea (1.431 m) a la vista, se puede superar la marcada depresión (y sus dolinas) atravesándola directamente o siguiendo el sendero balizado por su perímetro, alcanzando así la cúspide de la sierra de Aralar.
Tras disfrutar de las vistas, que en días claros alcanzan hasta los Pirineos, hay que descender hacia el suroeste por terreno kárstico para llegar a las campas (y el cercano refugio) de Igaratza. Esta interesante zona megalítica será el lugar donde virando hacia el norte se comienza a descender el valle de Arritzaga, tal y como lo hizo hace 30.000 años el glaciar que aquí se “refugiaba”, bajo unas condiciones climáticas más parecidas a las de hoy en día en la zona de los fiordos noruegos.
MINAS DE BURUNTZIN
El sendero balizado (GR 121), que no tiene pérdida, desciende por el valle glaciar (con notable forma de U en la parte superior y media) hasta la zona de las minas de Buruntzin (sendero PR-GI 2006).
Llegando a este lugar y mirando hacia la derecha, se puede observar parte de la morrena frontal de aquel glaciar que se alimentaba en la zona de las campas y, excavando el valle de Arritzaga, bajaba hasta las minas. Estas huellas se ven claramente en el paisaje y demuestran la evidencia del antiguo glaciar que llegó a tener una longitud aproximada de 5 kilómetros y unos 70-100 metros de espesor.
A partir de aquí, se puede apreciar el cambio de morfología (forma de V) en el cañón fluvial del río Arritzaga. El sendero (PR-GI 2006) continúa descendiendo por encima del cauce y con el Monolito de Anduitz a la vista. Tras su paso, y sin cruzar el puente que se deja a la izquierda, hay que continuar por el Sendero de Txindoki (PR-GI 2005) para volver a la parte superior del barrio de Altunegi, lugar de inicio y final de esta ruta.