Hidratación en los deportes de montaña
En diferentes ocasiones he apuntado que para realizar actividades en montaña es vital una buena planificación y en la que no se debe obviar nada. Así una buena hidratación en montaña es vital y parte del éxito de nuestra actividad.
Se acercan las fechas en las que la temperatura aumenta, y con este aumento nuestra demanda de líquidos es mayor también. La cantidad de líquidos que hemos de llevar siempre será en función de la actividad a realizar (corta, de larga duración, de baja o alta intensidad), del lugar o época del año; es decir debemos estimar siempre de forma muy clara la actividad que vamos a desarrollar y las necesidades que esta comporta.
Una buena hidratación en montaña es muy necesaria y, sobre todo, si nos vamos a mover por ambientes muy húmedos (pero no olvidemos nunca nuestra hidratación en ambientes más fríos porque aunque puedes ser menor, pero también es muy necesaria).
¿Pero qué puede suceder si no llevamos líquido y llegamos a deshidratarnos? Pues sencillamente que el riesgo de sufrir un accidente aumenta significativamente: al deshidratarnos disminuirá nuestro rendimiento, aumentará nuestra sensación de fatiga, perderemos objetividad y con ello la apreciación real del terreno por donde nos movemos, aparecerán las tensiones musculares y los calambres, en caso de temperaturas bajas el riesgo de hipotermia aumentará y las posibilidades a sufrir mal de altura.
En la actualidad las actividades que se desarrollan en montaña son muy variadas y, como se ha apuntado antes, en función de estas deberemos tener muy claras cuáles van a ser nuestras necesidades: en líneas generales a actividad de mayor intensidad como pueden ser las de competición, nuestra hidratación deberá ser mayor. Pero tampoco debemos obviar una buena hidratación cuando nuestra actividad sea de menor intensidad. Soy de los que tiene muy claro por mis años de actividad, que una buena hidratación es lo más importante, porque bien hidratados, nuestras opciones de realizar lo que nos propongamos son mayores.
Pero, ¿qué cantidad de líquido debemos llevar y cómo lo vamos a transportar?. No tengo una respuesta clara, porque esto siempre dependerá de cada persona y de los soportes para llevarlo. En ocasiones podremos tener la posibilidad de reponer el líquido durante nuestra marcha: fuentes, refugios, torrentes, avituallamientos (pero atención a esto porque en alguna ocasión podremos llevarnos sorpresas inesperadas). Una máxima a tener muy presente es que siempre que vayamos a realizar actividad, al salir de casa o del refugio deberemos llevemos agua (hoy por hoy la mejor agua para el consumo humano es la que sale por el grifo de casa). Con todo esto, además, deberemos atender a la capacidad de nuestros recipientes para transportar el líquido: tipo, capacidad, peso; y, en esto, es vital nuestra buena planificación.
Una buena hidratación para los deportes de montaña es tan importante que la debemos de cuidar antes de la actividad, durante la misma y al finalizar la misma. Es muy necesario que mantengamos buenos hábitos y nos hidratemos de forma adecuada antes de iniciar la actividad, esto nos ayudara de forma muy significativa en nuestro rendimiento, durante la actividad deberemos beber con frecuencia y no esperar a tener sed para hacerlo (cuando se alcanza esta sensación de sed, es que ya estamos deshidratados y nuestro cuerpo nos pide líquido con urgencia). Una vez concluida la actividad deberemos continuar con nuestra hidratación, porque lo que es muy seguro es que, aunque nos hidratemos de forma adecuada para tener éxito en nuestra actividad, al concluir esta, siempre necesitaremos hidratarnos más hasta lograr nuestra plena recuperación.
Consideraciones puntuales para los aditivos que se aportan al agua:
Están de moda los múltiples productos que se comercializan para añadir al agua y con ello mejorar nuestro rendimiento. En este aspecto deberéis tener mucha precaución con la cantidad que vais a echar, porque normalmente lo indicado por los fabricantes suele tender a aconsejar cantidades altas y estas no son necesarias.
Si la actividad que vamos a desarrollar es de larga duración o muy intensa, es aconsejable alternar el agua con bebidas isotónicas o hipotónicas (con menos concentración de aditivos). De esta forma nos aseguraremos que nuestro cuerpo asimilará mejor el líquido por no estar muy concentrado y evitamos malestar o vómitos. Además tendremos la certeza de que lo que tomamos nos aportará con total seguridad los requerimientos necesarios: vitaminas y minerales.
Pero también podremos fabricarnos nosotros mismos una bebida isotónica en nuestra casa antes de realizar la actividad. Para ello basta con que al agua que vamos a llevar le añadamos un poco de zumo de limón o naranja, una pizca de sal y algo de azúcar o miel.
Algunas consideraciones a tener en cuenta sobre la hidratación:
- De forma inexcusable, realizar siempre una buena planificación con la máxima atención al tema de nuestra hidratación.
- En función de nuestras intenciones, hidratarnos siempre de forma correcta: antes, durante y después.
- Llevar siempre líquido en nuestra mochila, al iniciar la actividad y durante la misma.
- En ambientes húmedos y cálidos, según la actividad, nuestra sudoración suele ser mayor, por lo que deberemos mostrar precauciones puntuales.
- No obviar las actividades con temperaturas bajas, ya que normalmente llevaremos más ropa de protección y nuestra deshidratación puede llegar a ser similar o más acentuada.
- Cuando utilicemos mochilas o bolsa de hidratación, estar muy atentos al líquido de tomamos, porque la sorpresa de ir a beber y estar vacía suele darse.
- Si habitualmente utilizamos mochilas o bolsa de hidratación en ambiente muy fríos, el tubo y la boquilla suele estar expuestos y se congelan con facilidad; lo mejor es proteger estas zonas expuestas con una funda de neopreno o, una vez que bebamos, soplar hacia el interior para mantener el tubo vacío.
- Siempre que nos seas posible y, esto hay que tenerlo muy claro, no debemos beber en los momentos de máxima intensidad, es mejor detenerse un poco para tomar líquido o esperar a que el terreno nos lo facilite; con esto evitaremos la desagradable sensación de asfixia o falta de oxígeno.
Para terminar al ser tan diferentes los deportes que se llevan a cabo en montaña, cada uno de ellos debería ser atendido de forma específica. Para ello mi consejo es que acudáis a los licenciados en nutrición deportiva, que son los que saben. No os guiéis de la gran cantidad de publicaciones que hay en las redes sociales, pues caen en contradicciones y no son muy de fiar.
Os deseo buenas actividades y que disfrutéis al máximo de la montaña con el respeto que esta se merece.