Escalada en La Pedriza: análisis, características, vías y recomendaciones
Por Luis Alfonso Félix, escalador y friend de Ternua
Si por algo es conocida la Península Ibérica dentro del mundo de la vertical, es decir, la escalada, es por su gran potencial a la hora de elegir destino, según nos apetezca, de donde poder practicarla. No es que tengamos un vasta extensión en cuanto a territorio, pero lo que sí poseemos, es una gran cantidad de zonas, además de muchas diferentes variedades de roca y también un clima más o menos agradable, donde practicarla todo el año… ¡vamos, que roca hay….para exportar!
Hay para todos los gustos y absolutamente para todos los niveles, desde los principiantes hasta las grandes y complicadas rutas a nivel internacional, por lo que no es raro encontrar a grandes escaladores internacionales, midiendo sus fuerzas y pericia, en nuestras escuelas de escalada.
Para reseña donde podemos practicar la escalada deportiva en nuestro territorio, voy a detallar una serie de zonas o lugares, que seguro nos motivaran, a la hora de planear nuestro viaje, ya sea, para el fin de semana o como destino vacacional…..¡¡¡algunos vinieron desde muy lejos y nunca mas regresaron!!!, entiéndase por el buen sentido. Esta semana repasamos uno de estos destinos y nos adentramos en la escalada en la Pedriza.
Escalada en La Pedriza: características y consejos
Detalle: Es sin duda un clásico en lo que la escalada se refiere, con sus mas de 1500 rutas, de todos los estilos (deportiva, clásica, artificial, etc.) y casi todos los niveles, se ha ganado por méritos propios ser una de las mas frecuentadas zonas de escalada de la península.
Aquí la fuerza y la resistencia muscular, no lo es todo, hace falta tener unos recursos técnicos, sobre todo de pies, muy bien aprendidos, pues en su mayoría, sus rutas discurren placas que no llegan ni a la vertical, en la cual, debemos fiarnos y de que manera de nuestras puntas de los pies, y adherencia de nuestros pies de gato, dejando para los agarres de manos, presas a veces “inexistentes”. A este tipo de escalada se la conoce como “adherencia”, su propia palabra lo define, hay que adherirse, no hay cabida para movimientos aéreos ni atléticos, concentración en estado puro, personalmente para mi, la esencia de la escalada.
Acceso y aproximación: Nos encontramos en la Sierra de Madrid, así que, en plena naturaleza, con lo que todo ello depara. Las aproximaciones para practicar escalada en la Pedriza desde los diferentes parkings, van desde los sectores más cercanos, unos diez minutos, hasta los mas alejados, cerca de las dos horas.
Es una zona de montaña, mucha precaución en invierno, es frecuente que caiga la niebla y se dan mucho casos de perdidas en el monte, que se agravan por no llevar la adecuada ropa y calzado
Dificultad:
La escalada en la Pedriza varía desde el grado III al 8c (Tiene posibilidad de realizar vías de mas de un largo, en su mayor parte, de adherencia)
Vias recomendables:
“Phoenix” 6a, sector Cancho de los Brezos
“Delicia francesa” 6a/6b, sector Cancho de los Muertos (Varios largos)
“Vibraciones cósmicas” 6c, sector Tres Coronas
“Alguien voló sobre el nido del cuco” 7b, sector Cancho Butron
“Pelaez de yemas” 8a+, sector Risco de la Peseta
A tener en cuenta que… Aquí aunque parezca (que lo está en realidad) tumbado, la escalada en la Pedriza es más difícil de lo que se nos antoja a primera vista, no tanto por el nivel físico necesario, sino por los recursos técnicos necesarios. Hay que tener en cuenta, que ante una más que posible caída, no quedaremos colgando de la cuerda en el aire, si no, que si no andamos con precaución, pudiéramos arrastrarnos por la pared, hasta que el seguro más próximo nos frenase, con las consiguientes raspaduras en rodillas y codos…..Es necesario aprender la técnica de la caída en esta zona, antes de meternos en alguna vía más comprometida.
Sitio perfecto para escaladores que buscan… Disfrutar de una escalada con una denominación de origen única, y en la cual, el rendimiento físico sea mínimo y la concentración y las buenas técnicas jueguen un papel decisivo, ante el bucólico marco de la Pedriza del Manzanares.