Está claro de que el uso de los bastones en montaña es totalmente necesario, en la montaña aportan más beneficios que inconvenientes, por esto aconsejo su utilización sin ningún tipo de duda.

Uno de los motivos principales por los que aconsejo el uso de bastones en trekking es el reparto del peso en cuatro puntos de apoyo, si tenemos en cuenta nuestro propio peso y en su caso el peso de la mochila es fácil de imaginar todo el peso que sin los bastones soportarían nuestras piernas; con ello sobrecargaríamos de forma poco recomendable nuestros músculos y articulaciones. Si utilizamos bastones, una parte muy importante del peso que soportarían nuestras piernas se traslada a nuestros brazos con lo que nuestro rendimiento será mayor y, lo que es más importante, evitaremos lesiones por sobrecarga, en especial en los largos descensos con fuerte pendiente y terreno accidentado donde por norma, tras una actividad intensa, nuestras piernas van muy saturadas por el esfuerzo.

Pero, además, el uso de bastones en montaña nos obliga a realizar unos movimientos alternativos de piernas y brazos con lo que mejoramos de forma muy clara nuestro ritmo de marcha. Los movimientos que realizamos al adelantar el brazo y dejar retrasada la pierna contraria nos aporta más seguridad con lo que evitaremos posibles pérdidas de equilibrio, caídas y lesiones.

 

¿Pero qué bastones necesitamos y cuáles nos compramos?

Hay tantos modelos en el mercado que voy a intentar ser objetivo y mostraros mi opinión personal: mucha atención a la compra de bastones muy económicos, porque, por norma, no suelen ser muy resistentes (no soy partidario de pagar dos veces por una misma cosa), los bastones que compremos deberán ser telescópicos, para facilitar su plegado y transporte en la mochila cuando no los utilicemos; también tienen que ser lo más ligeros y resistentes posible: atención al material con el que están hechos (aluminio, titanio, fibra de carbono) pues en función del material varía de forma importante su precio; su empuñadura deberá ser lo más ergonómica posible y, personalmente, utilizo los que van provistos de un suplemento adicional que me permite agarrarlos a diferente altura durante la marcha. Es conveniente que tengan unas dragoneras amplias que nos permitan meter o sacar la mano con facilidad, aunque llevemos puesto guantes. Sus rosetas pueden variar según el uso: senderismos, montaña estival, montaña invernal.

 

¿Cómo usar bastones de trekking?

Conozcamos las partes de las que se componen los bastones:

  • La empuñadura: que es parte superior del bastón y de la que normalmente lo agarramos. Hay bastones con empuñaduras de diferentes materiales, desde el plástico (el más habitual y precio más bajo), hasta los que llevan empuñaduras de materiales más blandos: la goma espuma. También los hay que llevan la empuñadura de corcho, que evitan que la mano sude más.
    En el diseño anatómico de las empuñaduras se está llegando a avances muy interesantes en cuanto a la comodidad, porque facilitan la transpiración de la mano e, incluso, se están fabricando bastones con materiales más cálidos para utilizarlos en actividades con temperaturas muy bajas.
  • Dragoneras: son las cintas que van unidas a la empuñadura y que tienen doble función. Por un lado evitan que se nos caigan los bastones, en caso de que se nos resbalen de las manos y, por otro, nos permiten descargar el peso también en la muñeca y ejercer menos fuerza con la mano sobre la empuñadura, evitando así que se nos sobrecarguen los antebrazos debido a dicho esfuerzo continuado.
    Es necesario atender al uso correcto de las dragoneras: en zonas muy accidentadas es recomendable no utilizarlas, porque en caso de caída tendríamos los bastones enganchados a nuestras manos y podrían producirnos lesiones. También es importante conocer la forma correcta de colocar la dragonera alrededor de las muñecas, que consiste en introducir la mano en la dragonera y dejar el bastón colgando de la muñeca; a continuación, y apoyando el bastón en el suelo, agarrar la empuñadura de manera que el extremo de la dragonera que está unido a la empuñadura quede entre esta y la palma de nuestra mano. De esta manera podremos ejercer fuerza sobre la dragonera independientemente de que tengamos el bastón empuñado o no.
  • Cuerpo del bastón: la parte central de los bastones y la que define su longitud. Los bastones telescópicos disponen de diversos elementos y mecanismos que permiten regularla. Los bastones para las actividades de montaña en la actualidad suelen estar constituidos por distintos segmentos, telescópicos o plegables, generalmente de dos o tres segmentos, que permiten regular su longitud adaptándola a nuestra altura y a las condiciones del terreno; además nos permiten plegarlos para que ocupen menos espacio en la mochila. Asimismo disponen de mecanismos de ajuste que permiten bloquear la disposición de los segmentos, adaptando su longitud a las necesidades concretas de cada caso.La longitud correcta del bastón es aquella en la que, una vez empuñado y apoyado en el suelo, nuestro brazo y antebrazo formen entre sí en el codo un ángulo de 90 grados. Esta longitud es la adecuada en terreno llano. En las subidas será conveniente acortar un poco los bastones, mientras que en las bajadas es recomendable alargarlos, también podremos optar por no meter la mano en la dragonera y de esta forma la podremos desplazar arriba o abajo en función del terreno por donde nos movamos.Existen modelos que, aparte de estar formados por segmentos, incorporan en ellos un sistema anti-shock, que hace que se reduzcan las vibraciones producidas cada vez que se clava el bastón en el terreno gracias al empleo de unos muelles que absorben esos impactos. De esta forma y al disiparse las vibraciones, estas no llegan a las muñecas, codos y hombros, minimizando el riesgo de lesiones.
  • Las rosetas: son las arandelas dentadas que se colocan en la parte inferior de los bastones y que evitan que, al hincarlos en terrenos blandos (barro o nieve), aquellos se hundan demasiado. Existen rosetas de diversos diámetros y generalmente al comprar los bastones estos suelen venir provistos de al menos dos de distinta medida. Las rosetas son por lo general intercambiables de forma que podamos montar en cada momento aquellas más adecuadas al terreno por el que vayamos a transitar. Las rosetas pequeñas son adecuadas para el uso en terreno duro o pedregoso, mientras que las de mayor diámetro suelen estar más indicadas para zonas blandas: barro o nieve.
    Las rosetas de los bastones pueden desmontarse con facilidad y así en terreno muy duro el bastón dispondrá de un mayor ángulo de clavado, de esta forma pueden emplearse en terreno con mayor inclinación sin ningún tipo de miedo de que, al inclinarlo, pegue la roseta y no la punta del bastón; con esto se evitará que el bastón pueda resbalar y que perdamos el equilibrio.
  • La punta: es la pieza que remata el bastón y la que tiene más contacto con el terreno, va unida al cuerpo del bastón mediante una pieza semiflexible. La punta del bastón es la parte que está más sometida al desgaste y por este motivo son muy duras: están hechas de tungsteno, un material muy resistente a la abrasión y que soporta muy bien el desgaste. Para mejorar el agarre, las puntas suelen ser moleteadas. Cuando compramos nuestros bastones estos suelen venir con unas piezas de goma blanda en las puntas, podemos usar estas piezas de goma en función de la actividad que vayamos a realizar, por ejemplo las quitaremos cuando marchemos por montaña y las pondremos para reducir las vibraciones cuando transitemos sobre terrenos muy duros en los que no se pueden clavar las puntas; también sirven como protección para evitar clavar las puntas de los bastones accidentalmente mientras se transportan. Estas protecciones de goma se suelen emplear normalmente en la marcha nórdica.Otra precaución que debemos tener es no introducir la punta de los bastones entre las piedras sueltas y fijas, porque es muy probable que con esta acción lleguemos a provocar palanca, doblar el cuerpo del bastón y, por tanto, romperlos. Las puntas de los bastones están diseñadas para absorber el esfuerzo de palanca que se realiza sobre ellas al clavar los bastones siempre y cuando este no sea excesivo.

 

Recomendaciones sobre cómo usar los bastones de trekking

Creo haber dejado claro lo conveniente de utilizar bastones en las actividades en el medio natural, por este motivo y por propia experiencia aconsejo encarecidamente su uso. Ahí van otras recomendaciones para su uso:

  • Determinar claramente la altura de los bastones que estamos utilizando.
  • Cuando nuestra marcha es a media ladera, si llevamos las manos dentro de las dragoneras, por un lado la mano del bastón de la parte superior irá muy alta y nos producirá desequilibrios, por otro, la mano del bastón inferior irá muy baja forzando de forma poco segura nuestra forma de andar. En estos casos lo mejor es no llevar las manos dentro de las dragoneras, regular los bastones a la altura adecuada, bajar la mano de la parte superior y agarrar el bastón por el cuerpo, desplazando nuestra mano arriba y abajo en función de los requerimientos del terreno (se comercializan bastones que tienen espuma en todo el primer segmento y están pensados para solventar estas circunstancias).
  • Si optamos por mantener las manos dentro de las dragoneras en todo momento, porque a través de este sistema trasladamos más empuje y ayuda a nuestro movimiento, siempre podremos clavar o apoyar más atrás el bastón de la parte superior, prestando especial atención al tamaño de la arandela, que nos puede complicar el clavado del bastón y los movimientos.
  • Adoptemos siempre la forma que consideremos más cómoda y segura para nuestra marcha; pero, cuando utilicemos bastones de forma continuada, nunca subamos nuestras manos por encima de nuestros hombros, ya que con esta acción estaremos exigiendo un trabajo extraordinario a nuestro corazón y nuestras reservas de energía se agotarán antes.
  • Si nuestros bastones se mojan, al concluir la actividad los secaremos cuidadosamente y los guardaremos desplegados totalmente para evitar su prematuro deterioro. (He sido el primero en no mantener la norma que ahora os aconsejo y mis primeros bastones me duraron muy poco).

Para finalizar recordaros una vez más la necesidad de planificar con el máximo detalle vuestras actividades en montaña: material necesario, meteorología, alimentación e hidratación, recorrido y actividad a realizar, manteniendo estas medidas tendremos aseguradas nuestras actividades y el disfrute del medio donde nos vayamos a mover.