A veces hace falta perderse para encontrarse; pero qué importante es saber cuál es nuestro camino, tanto en la montaña, como en la vida. Por eso, en este post vamos a daros algunos consejos para aprender a orientaros en la montaña, para que vuestros rumbos siempre sean los correctos y os ayuden a disfrutar de la naturaleza de la mejor manera.

El senderismo es una de nuestras actividades preferidas, pero perderse en la montaña puede convertir una escapada de ensueño en un infierno; por eso, os ayudaremos a aprender a orientaros, mientras os protegemos con nuestras prendas de trekking. 

LA VEGETACIÓN COMO GUÍA

La naturaleza es un libro abierto, aprende de ella. Para orientarse es primordial poder encontrar siempre el Norte; por eso, es importante que sepa que las laderas orientadas al Norte y Noreste tienden a ser más húmedas, por lo que lucen un color más verde y más vegetación. En este tipo de circunstancias el musgo puede ser tu mejor guía, ya que nace en la parte orientada al Norte de los árboles. Y si no encuentras tu Norte… ve al Sur, orientándote con las telas de araña, que suelen realizarse en esa posición. Como consejo esencial, en el caso de duda, es recomendable bajar siempre, probablemente así, lleguemos a nuestro lugar de origen o a otro desde el que podamos encontrarlo.

BRÚJULAS, MAPAS Y GPS

Es importante conocer nuestro entorno, pero nunca está de más poder llevar objetos que nos ayuden a leer el terreno y a encontrar la dirección adecuada. Por eso, las brújulas, los mapas y por supuesto, los GPS pueden ser de gran ayuda. Por eso os recomendamos llevarlos siempre en nuestra mochila junto con otros imprescindibles que puedes ver aquí. La brújula siempre nos indicará el Norte, debemos realizar la labor de conocer el entorno para saber hacia dónde tenemos que ir cuando ubiquemos los puntos cardinales. De todas formas, el mejor compañero que podemos portar con una brújula es un mapa, porque es la forma de conocer las rutas y senderos que te rodean. Para aprender a interpretar los mapas puedes empezar con zonas de tu entorno que conozcas bien y sus respectivos mapas. Dar un paseo por esta zona con el mapa en mano te ayudará a ir descifrando la representación de la escala. De esta forma irás aprendiendo a utilizarlos y cuando te encuentres en un lugar desconocido sabrás ubicarte a la perfección. Finalmente, el GPS puede ser tu mejor aliado en la montaña, no solo si te pierdes, también si quieres encontrar el camino correcto o ver hasta dónde llega la ruta que estás siguiendo; pero no dejes de llevar tu brújula y mapa contigo, ya que con los aparatos electrónicos corres el riesgo de quedarte sin batería. Por eso, es importante buscar nuestra posición en el mapa desde un principio, identificar elementos que estén cerca de ese punto como ríos nos puede ayudar, y preguntarnos siempre dónde estamos, ya que de esta manera, podremos elegir a dónde ir.

CON LOS PIES EN LA TIERRA Y LA MIRADA EN EL CIELO.

Fíjate en la ruta, interprétala, pero no dejes de mirar al cielo para orientarte, ya que ahí tienes una guía constante e infalible. Recuerda que el sol sale por el este y se pone por el oeste; al igual que la luna y no olvides que la estrella polar siempre indica el Norte.

Disfruta de la naturaleza, de la montaña, pero piérdete solo si es lo que necesitas para encontrarte. ¡Disfruta de la aventura!