5 rutas para el otoño
Ascensión al Monte Perdido
Por el cañón que recorre el Parque Nacional de Ordesa se puede acceder a una de las rutas más emblemáticas de los Pirineos, la ascensión al Monte Perdido.
Se parte desde la pradera de Ordesa, donde el otoño lo cubre de un manto de hojas gracias al hayedo que habita dentro del cañón. Pozas, cascadas y torrentes llenan este espacio del Parque Nacional, donde uno de sus exponentes es la Cola de Caballo, la cascada más famosa del parque.
Para ascender al Monte Perdido hay atravesar el cañón y ascender por las clavijas de Soaso, una vía ferrata que asciende hasta el Refugio de Goriz. Desde allí una larga subida hasta la famosa pedrera, un rompe piernas previo al Monte Perdido (3.355m).
El Espiguete
Una de las ascensiones más clásicas de la montaña palentina es el Espigüete. Una montaña con forma piramidal y que en otoño adquiere unos contrastes realmente bellos gracias a su base rodeada de robles y sus laderas prominentemente rocosas.
Para disfrutar del otoño lo ideal es realizar una ruta bordeando la montaña, comenzando muy cerca de la localidad de Cardaño de Abajo y finalizando en Valverde de la Sierra. Esto nos permite disfrutar de parajes como la cascada de Mazobres, un salto de agua que adquiere su máximo esplendor ya bien entrada la primavera.
La Garganta de los infiernos
El Valle del Jerte es famoso por los colores de la primavera, pero dentro del propio valle hay una ruta donde el otoño es sin duda una de sus mejores épocas. Durante 15km junto a pozas y cascadas y con un desnivel que no llega a superar los 600m, la ruta atraviesa un bosque donde los castaños con esos colores tan vivos hacen acto de presencia. Es una ruta sencilla, pero con el tiempo, conviene abrigarse ya que las sombras y la humedad acampan a sus anchas en este rincón de Extremadura.
Gorbeia
Esta montaña da nombre a uno de los parques naturales mas conocidos de Euskadi. Dentro de este nos esperan dos hayedos de gran belleza como son el hayedo de Burbona y el hayedo de Otzarreta. No obstante, la visita a cualquier otro lugar del
parque e incluso la ascensión del mismísimo Gorbeia (1.482m), nos permitirán cruzar lugares de gran interés y que no nos podemos perder en esta época del año.
Castañar de El Tiemblo
Una de las rutas más populares en otoño cerca de la capital es el sendero por el Castañar de El Tiemblo. Una ruta fácil sin demasiadas pretensiones y para toda la familia. La ruta transcurre a través de un castañar enterrado por las hojas y por las propias castañas. Es fácil dejarse llevar por el dorado, el rojo y el amarillo de un bosque en el que apenas atraviesan los rayos de sol.